Lisistrata nunca puede, por tanto, considerarse igual que una critica al belicismo ateniense ni encierra un alegato pacifista, incomprensible en la Atenas que se obstinaba en seguir el conflicto armado con el respaldo de su torso residente, beneficiario ultimo sobre la intervencion imperialista que tanta prosperidad economica, diplomacia asi como cultural habia acarreado a la urbe. La protagonista, aparte, no quiere la paz a todo valor sino un consenso aceptable para los dos bandos desplazandolo hacia el pelo dejar la conflagracion para el proverbial enemigo griego: el Imperio persa.
El autor exhibe una conducta misogina en toda la obra, y no ha transpirado a la procacidad de estas mujeres anade la figura sobre ancianas feas e indecentes en una actitud coherente con el tono comico, con los varones asistente a la reforma asi como las convenciones sociales y no ha transpirado culturales del segundo.
Igualmente, esa supuesta liberacii?n de accion que despliegan las hembras forma parte del caracter utopico de la situacion, acentua la comicidad de las escenas asi como nunca tiene que enmascarar la situacion real de estas hembras que incluso acaban asumiendo comportamientos masculinos (lo que generaba de mi?s grande hilaridad) y al realizarlo no realizan mas que reafirmar el ideal social de toda la vida.